lunes, 18 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia

La primera ocasión que entre en contacto directo con la docencia fue al estar estudiando la carrera de Administración Pública, en la ENEP Acatlan de la UNAM, en el año de 1987, donde tomé un curso sobre “Formación para la Docencia”; un año después impartí la materia “Interdependencia Tecnológica” en el CONALEP plantel Cuautitlan, donde solo permanecí un semestre, pues terminé mi carrera y uno de mis ex compañeros de escuela me invitó a trabajar en la Secretaría de Educación Pública.

En la SEP trabajé en el área de remuneraciones y política salarial, que no tenía que ver con la docencia, pero si con la educación; en esos años se inició el proceso de implementación de la carrera magisterial.

Posteriormente, en 1989, entre a laborar al Centro de Investigación y Docencia Académica (CIDE), como técnico docente en el departamento de biblioteca, con la función de analizar y preparar información para los investigadores y docentes de dicho centro, utilizando herramientas informáticas básicas. Permanecí tres años en la institución hasta que regrese a trabajar en la administración pública. Sin embargo, la espinita ya estaba clavada, toda vez que, a la par de mi trabajo administrativo, empecé a dar clases de administración pública y metodología en la Universidad Autónoma del Estado de México, Unidad Zumpango, alrededor de 1994-95.

Tiempo después entre a trabajar a una empresa como analista de servicios; donde mi conocimiento de informática administrativa me permitió ser instructor en los cursos de capacitación de la misma, y recibir, a la vez, más capacitación externa en ese rubro.

Con ésta orientación, llegué nuevamente al sistema CONALEP; pero ahora, al plantel Bernardo Quintana Arrioja, donde felizmente trabajo desde hace aproximadamente nueve años, impartiendo diversas materias en el área de informática. Aquí, me he dado cuenta que me hace falta mucho por aprender, sobre todo en ésta área, pero también me ha permitido comprender la importancia de contribuir en la formación de las nuevas generaciones; asimismo, de la necesidad de actualización permanente para afrontar los retos de la sociedad del conocimiento y proponer, en medida de lo posible, alternativas educativas viables, para apoyar el desarrollo sustentable.

Esta labor no me ha dado dinero, pero sí muchas, muchísimas satisfacciones.

3 comentarios:

  1. Desde mi punto de vista, te formaste en la mejor universidad del país, al parecer has sacado mucho provecho de eso.

    Tu experiencia en bachillerato marcó el rumbo de tu vida, ahora actúas por convicción, no por enriquecimiento material.

    Eso habla bien de ti.

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  2. A lo igual que yo, la vida te llevo a encontrar nuestra verdadera vocación, que como bien dices no nos ha hecho millonarios, pero si nos ha dada grandes satisfaciones.

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  3. Hola Porfirio: espero que me recuerdes, soy Miguel Ángel Villanueva estudiamos juntos en el CCH Naucalpan. Me gustaría volver a verte y platicar de cómo te ha ido. Mi correo es miguelangelvillanueva7@hotmail.com

    Ojalá que nos veamos pronto.

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